×

Guardia Nacional: denuncian agresión verbal contra reportera

Guardia Nacional: denuncian agresión verbal contra reportera

La reportera Alexsa Bello denunció haber sufrido agresión verbal por un elemento de la Guardia Nacional mientras cubría un hecho de violencia en el km 253+380 de la Autopista del Sol. Exige respeto al trabajo periodístico en Guerrero.

Un hecho que exhibe la violencia cotidiana contra la prensa

La mañana de este lunes, durante la cobertura de un hecho de violencia en la Autopista del Sol, la reportera Alexsa Bello, del medio Guerrero al Instante, denunció haber sido agredida verbalmente por un elemento de la Guardia Nacional, quien arribó al lugar con retraso a bordo de la patrulla 26451 y portando casco con matrícula A-10079585.

Según el testimonio de la periodista, el agente lanzó expresiones misóginas y despectivas como “la pinche periodista” y “pinche vieja amarillista”, descalificaciones que no solo minimizan su labor, sino que reproducen una dinámica de violencia normalizada hacia quienes informan desde el terreno.

Alexsa respondió con firmeza y dignidad: “No soy pinche vieja, tengo un nombre y me llamo Alexsa”. Recordó que su trabajo siempre ha sido imparcial y verificable, con una trayectoria que ha respetado los protocolos y a las distintas corporaciones policiacas. Para ella, callar no es opción: “Guardar silencio es normalizar la violencia”, expresó.

Respeto y garantías, una deuda pendiente

Minutos después del incidente, otros elementos federales retiraron una mochila perteneciente al agresor y la trasladaron a otra patrulla. Ningún mando ofreció explicación ni disculpa.

La reportera hizo un llamado a la propia Guardia Nacional, a las instituciones de seguridad estatales, a la CNDH y a la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero para garantizar la integridad de quienes ejercen el periodismo en escenarios donde la tensión es permanente.

El caso revive una demanda recurrente entre comunicadores: protocolos reales, no simulados. En un estado donde cubrir violencia es parte del trabajo diario, la agresión institucional se suma a los riesgos ya conocidos. Para muchas y muchos periodistas, estas expresiones denigrantes son parte de un clima que desanima, pero no detiene. Como se dice en Guerrero, aquí se sigue puro pa’lante, incluso cuando el camino es cuesta arriba.

Una problemática que requiere acción inmediata

Organizaciones de libertad de expresión han insistido en que este tipo de agresiones no son hechos aislados, sino señales de una relación tensa entre corporaciones de seguridad y periodistas de a pie. La denuncia de Alexsa Bello, lejos de ser un episodio menor, expone la urgencia de acciones concretas, capacitación con perspectiva de género y protocolos efectivos que protejan, no hostiguen, a quienes informan.

El caso de Alexsa Bello recuerda que sin respeto ni garantías, el derecho a informar queda vulnerado. Las autoridades tienen la palabra, y la obligación, de impedir que la violencia institucional siga siendo parte del oficio.

Publicar comentario