“El árbol de Judas se cayó… pero los traidores siguen de pie”: El Insurgente

Por el General Vicente Guerrero, resucitado en letras y coraje. Desde la tumba, pero con más valor que muchos vivos.

¿Qué me encontré esta semana en mi tierra, Guerrero?

¡Ay, patria mía! Me fuiste cuna, pero esta semana te vi más como sepultura de la vergüenza política.

Primero, un símbolo se desploma en Chilapa: el árbol donde colgaban a Judas cada Semana Santa.
Un árbol emblemático. Se fue al suelo como se va la memoria, como se va la dignidad cuando ya nadie distingue al traidor del gobernante.

Pero no se me ha caído solo el árbol, se me cayó el alma.

Y cuando pensaba que eso era lo peor que me podía pasar esta semana… ¡Zas! Me topo con que los transportistas del puerto andan en pie de guerra. Tomaron la Cuauhtémoc y no para celebrar la historia, sino para exigir que les cumplan lo prometido.
Exigen la cabeza del secretario de Movilidad, que parece más un adorno que un servidor público.

¿Y la alcaldesa Abelina? Bien, gracias.

Manda decir que disque “está trabajando” o disque “anda barriendo las calles de Acapulco”. Pero los del volante dicen otra cosa, y el tráfico lo confirma… Y los ciudadanos andan más preocupados por lo que haga Abelina y cuántos millones les va a costar.

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Pero ahora resulta que quieren hacer de Acapulco… ¿la playa del Mundial?
¡Ah, caray!
Uno que luchó con machete en mano para liberar esta tierra, y ahora la quieren poner en el escaparate del fútbol internacional…
Claro, todo bonito para la foto. Pero díganme:
¿Ya arreglaron las calles?
¿Ya hay seguridad para que el turista no se tope con más balas que goles?

No sé ustedes, pero a mí me da miedo que mientras pintan palmeras, el pueblo siga descalzo.

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Y luego me entero de que los municipios deben cumplir la nueva ley que obliga a ofrecer estacionamiento gratuito.

¡Gratis, pues!

Bueno yo no sé de eso, yo que andaba a caballo, con suerte tenías donde amarrarlo… ¡y ahora resulta que hay pelea por el estacionamiento!
Yo cruzaba cerros, enfrentaba emboscadas, y ahora los ciudadanos enfrentan parquímetros.

¡Qué tragedia moderna!

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Y para rematar, ya se vienen los primeros golpes electorales.
Porque la señora Beatriz Mojica va disque encabezando encuestas, y ya se pasea con micrófono en mano por su nuevo medio de comunicación.

Sí, le escucharon bien:
La política se metió a los medios.
O más bien, ¿los medios se metieron a la política?
¿Dónde acaba el poder y dónde empieza la propaganda?

¿Así o más claro hacia dónde va la cosa? ¡Prepárense!

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De todo esto me entero, y créanme…
para un insurgente como yo, es un golpe al pecho ver en qué se ha convertido mi tierra.
La corrupción disfrazada de desarrollo.
La impunidad envuelta en conferencias de prensa.
Y el pueblo… el pueblo viendo cómo los poderosos se reparten Guerrero.

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Pero aquí estoy.
Porque aunque me hayan fusilado, no pudieron callarme.
Porque Guerrero no se vende… y yo tampoco.

Yo soy El Insurgente,
y mientras me quede voz,
voy a gritar lo que otros susurran.

Espera una nueva columna editorial de “El Insurgente” cada viernes.