×

Tragedia aérea reabre dudas sobre la seguridad del Boeing 787 Dreamliner

Tragedia aérea reabre dudas sobre la seguridad del Boeing 787 Dreamliner

Ahmedabad, India. – La reciente tragedia del vuelo AI171 de Air India, que se estrelló 30 segundos después del despegue y dejó al menos 270 personas muertas, ha puesto bajo la lupa a una de las aeronaves más innovadoras y populares de Boeing: el 787 Dreamliner. Considerado durante años como uno de los aviones más seguros del mundo, el accidente ha revivido preocupaciones sobre sus estándares de producción y seguridad.

Aunque las causas del siniestro aún no se conocen y las autoridades ya recuperaron la caja negra para avanzar en la investigación, el foco mediático y técnico se ha centrado en la aeronave involucrada: un 787 que tenía más de 11 años en servicio.

Un gigante de la aviación… con grietas internas

El Dreamliner fue presentado como un cambio de paradigma en la aviación comercial. Fabricado con fibra de carbono, motores de última generación y un diseño más liviano y eficiente, el 787 prometía reducir el consumo de combustible en un 20% en comparación con su predecesor, el 767. Desde su entrada en operación en 2011, ha transportado a más de mil millones de pasajeros sin registrar accidentes fatales… hasta ahora.

Sin embargo, dentro de Boeing, trabajadores y excolaboradores han venido señalando durante años graves deficiencias en la producción del 787, especialmente en la planta de Carolina del Sur, donde se trasladó parte de la fabricación para reducir costos laborales y sindicales.

Denuncias internas y advertencias ignoradas

Uno de los casos más alarmantes fue el de John Barnett, exgerente de control de calidad, quien en 2019 advirtió que piezas defectuosas se estaban instalando deliberadamente para no frenar la producción. Señaló que incluso se habían utilizado fijaciones defectuosas que podían liberar virutas metálicas cerca de cables críticos, un riesgo potencial de cortocircuito. En 2024, Barnett fue encontrado muerto, en lo que fue catalogado como suicidio mientras sostenía una demanda legal contra Boeing.

Otros exempleados como Cynthia Kitchens y el actual ingeniero Sam Salehpour también alertaron sobre presiones internas para ignorar errores, uso de materiales defectuosos, y fallas estructurales en el ensamblaje del fuselaje que, con el tiempo, podrían provocar fatiga prematura en los aviones.

Boeing ha negado que estas fallas representen un riesgo para los pasajeros. Afirma que todos los informes han sido revisados por la Administración Federal de Aviación (FAA) y que no hay evidencia de que estas situaciones comprometan la seguridad estructural del avión.

¿Un accidente aislado o la punta del iceberg?

Para algunos expertos, el historial del 787 sigue siendo sólido. “Son más de mil millones de pasajeros y más de una década sin accidentes fatales. Si hubiera un problema grave, ya se habría manifestado antes”, señaló Richard Aboulafia, analista de AeroDynamic Advisory.

No obstante, organizaciones como la Fundación para la Seguridad Aérea —liderada por Ed Pierson, extrabajador de Boeing— sostienen que han identificado múltiples alertas que deberían haber encendido focos rojos mucho antes de esta tragedia. Entre ellas, reportes de fugas de agua de los baños hacia compartimientos eléctricos, y directivas de la FAA que obligaron a revisar esos puntos en cientos de aviones.

Lo que sigue

El mundo de la aviación y la industria están atentos a los resultados de la investigación del vuelo AI171. Mientras tanto, Boeing enfrenta una batalla no solo técnica, sino también reputacional: reconstruir la confianza en un modelo que prometía cambiar el futuro de los cielos, pero que hoy, tras una tragedia sin precedentes, vuelve a ser cuestionado.

🗣️ “Desconocemos la causa del accidente de Air India, pero con la información actual, no dudaría en subirme a un 787”, declaró Scott Hamilton, director de Leeham Company.

Publicar comentario

You May Have Missed